Editorial de la emisión del 3 de mayo de 2011
La infusión del día
Martha Ordaz
¿Qué es la fealdad?, la respuesta breve sería algo así como “el alejamiento del canon de belleza convencional”, lo que ya nos anticipa que no hay fealdad sin belleza, que uno y otro jucio se influyen y que preguntas cada vez más complejas se precipitan sobre la primera, ¿qué es la fealdad, y qué es el canon de belleza convencional? ¿Quién lo dicta? ¿Cómo?!
Estarán ustedes de acuerdo en que nada es más sencillo que emitir un juicio de valor sobre la belleza o la fealdad de una persona, una ciudad, un objeto, una música, ¿pero cómo lo hacemos? ¿Cómo sabemos que la persona o la cosa juzgada ES fea o no?, ¿cómo construimos ese canon de belleza convencional? Hay quien dice que es en la mirada donde descansa la belleza o la fealdad, otros que nuestra capacidad de juicio no tiene más razón de ser que el apareamiento sexual y la lucha de nuestros propios genes por identificar entre un mundo de opciones genes saludables y dominantes.
Para hablar de este tema traemos a la mesa del té la fealdad, revisaremos las posturas generales de algunos autores al respecto, la seducción y la aversión que provoca en igual intensidad y para empezar como debe ser, respiraremos profundamente antes de pasar un rato saludable frente al espejo. Ustedes dirá, ¿cómo les fue?
La infusión del día
Martha Ordaz
¿Qué es la fealdad?, la respuesta breve sería algo así como “el alejamiento del canon de belleza convencional”, lo que ya nos anticipa que no hay fealdad sin belleza, que uno y otro jucio se influyen y que preguntas cada vez más complejas se precipitan sobre la primera, ¿qué es la fealdad, y qué es el canon de belleza convencional? ¿Quién lo dicta? ¿Cómo?!
Estarán ustedes de acuerdo en que nada es más sencillo que emitir un juicio de valor sobre la belleza o la fealdad de una persona, una ciudad, un objeto, una música, ¿pero cómo lo hacemos? ¿Cómo sabemos que la persona o la cosa juzgada ES fea o no?, ¿cómo construimos ese canon de belleza convencional? Hay quien dice que es en la mirada donde descansa la belleza o la fealdad, otros que nuestra capacidad de juicio no tiene más razón de ser que el apareamiento sexual y la lucha de nuestros propios genes por identificar entre un mundo de opciones genes saludables y dominantes.
Para hablar de este tema traemos a la mesa del té la fealdad, revisaremos las posturas generales de algunos autores al respecto, la seducción y la aversión que provoca en igual intensidad y para empezar como debe ser, respiraremos profundamente antes de pasar un rato saludable frente al espejo. Ustedes dirá, ¿cómo les fue?
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